Donald Trump dijo en mayo del año pasado que, si ganaba las elecciones, “en el primer día” de su presidencia revocaría la medida de la Administración Biden de extender a la identidad de género y a la orientación sexual las protecciones previstas contra la discriminación por sexo en la educación. No ha tenido que cumplir su propósito, pues once días antes lo hizo por él un tribunal federal.
En juego estaba el llamado Título IX, la ley de derechos civiles que prohíbe a escuelas y universidades dar trato desigual a los alumnos, por motivo de su sexo, en programas que reciben financiación federal. Afecta tanto a la enseñanza como a actividades extraescolares, becas y prestaciones accesorias. Forma parte de la reforma educativa de 1972.
En abril…
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Un comentario
Vuelve la cordura!