En los últimos meses, los vídeos en los que influencers adolescentes muestran y explican sus rutinas cosméticas han ido acumulando millones de visitas en TikTok. Podría tratarse de un hecho anecdótico –¿qué chica no ha jugado con las cremas o el maquillaje de su madre?– si no fuese por una obsesión cada vez más común entre jóvenes: el miedo a envejecer. Bienvenidos a la cosmeticorexia.
El vídeo típico transcurre de la siguiente forma: aparece una chica con el pelo recogido y la cara recién lavada. Mira a la cámara, se inspecciona la frente, se estira la comisura del ojo, la comisura de la boca. Y entonces empieza el desfile de productos: doble limpieza con agua micelar y gel limpiador, aplicación de un tónico, suero de vitamina C, ácido gli…
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