A diferencia de otras sustancias psicoactivas, las drogas psicodélicas se caracterizan por alterar tanto los estados de conciencia como la percepción. Hay de muchos tipos y con efectos más o menos potentes: LSD, mescalina, ayahuasca, entre otros. Quienes defienden su uso insisten a menudo en su relación con culturas o ritos ancestrales y subrayan que, además de ser medicinales en algunos casos, no generan adicción.
Tras un periodo de cierta tolerancia, las drogas alucinógenas se prohibieron gracias a una batalla liderada principalmente por Estados Unidos. Habían gozado de cierta fama y difusión en los sesenta, vinculadas a movimientos como los hippies y otras tendencias contraculturales. Pero, al igual que otros narcóticos, también dejaron…
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