Tras el éxito de “The Chosen”, Hollywood redescubre la Biblia… y al espectador creyente

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DURACIÓN LECTURA: 9min.
Samuel (Stephen Lang) y David (Michael Iskander) en una escena de la serie “La casa de David” (foto: Nikos Nikolopoulos/Prime © Amazon Content Services LLC)

El arrollador éxito de The Chosen, la serie que recrea la vida de Jesús y sus apóstoles, ha confirmado que existe un público interesado en el cine apellidado como cristiano. Hollywood ha tomado nota y las plataformas de streaming han empezado a firmar acuerdos para llevar a sus catálogos historias inspiradoras, muchas de ellas extraídas directamente de la Biblia.

The Chosen no es una religión, ni una confesión, ni una iglesia… es simplemente una serie”. Esta frase que utiliza Paula Vega, community manager de la serie en España, cuando la gente plantea pegas teológicas o se posiciona a favor o en contra de la producción como si fuera un asunto de fe, es verdadera sólo en parte. Está claro que The Chosen no es una religión, ni una iglesia… pero también está claro que no es “simplemente” una serie. 

The Chosen es un fenómeno desde el punto de vista cinematográfico, de la comunicación, del marketing y, por supuesto, de la evangelización. Y para demostrarlo, basta repasar los números. La serie, que se estrenó en 2017, va ya por la quinta temporada y se han anunciado otras dos. En total, tendrá 56 capítulos. Hasta la fecha acumula más de 200 millones de espectadores, y la campaña de crowdfunding que ha acompañado al proyecto desde su estreno ha recaudado alrededor de 100 millones de dólares. ¿Más cifras? La serie ha sido traducida a más de 120 idiomas –es la serie más traducida de la historia– y el objetivo, según manifiesta Kira McCracken, vicepresidenta de desarrollo de Come and See Foundation, que es la encargada del impulso de The Chosen, es llegar a 600 idiomas para que mil millones de personas puedan conocer la figura de Jesucristo en su lengua materna.

Al margen de estos datos, The Chosen ha demostrado ser un producto típico de la sociedad digital. Los seguidores de la serie en redes sociales se cuentan por millones (la mayoría, muy jóvenes), y son cientos los productos que han generado estos mismos followers a raíz de esta recreación de los Evangelios; desde podcast y vídeos de Youtube comentando episodios de la serie, hasta material catequético o incluso cuentas de Instagram dedicadas a memes de The Chosen. Por otra parte, a medida que ha ido avanzando la popularidad de la serie –y las temporadas–, la estrategia de promoción se ha hecho más ambiciosa. La quinta temporada celebró su estreno con premieres multitudinarias en ciudades como Madrid, Dallas, Nueva York, São Paulo o Ciudad de México.

Luces, cámara… Y Evangelio

Pero la influencia de The Chosen supera lo que muestran sus números, porque, a la sombra de su éxito, la industria del cine en general, y Hollywood en particular, están siendo conscientes de que cada vez hay más espectadores dispuestos a ver “contenidos cristianos”, y que, como señala Jon Erwin –director y productor de películas como October Baby o La canción de mi padre–, estos espectadores forman  “una audiencia enorme… y desatendida”. 

Convencidos por el éxito de “The Chosen”, las principales plataformas de streaming están mirando a la Biblia como una fuente de guiones

Podría añadirse que desatendida… hasta ahora. Porque la realidad es que hoy muchas plataformas cuentan en sus catálogos con películas destinadas a este público. Basta darse una vuelta por la etiqueta “espiritual” de Netflix, Prime video o Acontraplus, un proyecto más modesto y reciente pero que, desde sus comienzos, ha dado mucha importancia a este tipo de cine y fue, de hecho, la primera plataforma en acoger The Chosen en su catálogo.

Jonathan Roumie con unas fans a su llegada a la “première” de la temporada 4ª de “The Chosen” en Londres, enero de 2024 (foto: Redshoot Photography)

También bajo la sombra de The Chosen, las plataformas han sido conscientes de que la Biblia puede ser una fuente de guiones y se han puesto manos a la obra, que en este campo significa, entre otras cosas, buscar alianzas para sacar títulos adelante. En el caso de Netflix, ha firmado un acuerdo con Tyler Perry, un actor y magnate del entretenimiento multimillonario y ferviente cristiano, y con DeVon Franklin, productor y predicador de la iglesia adventista del séptimo día, para realizar producciones de temática cristiana. La primera –que Netflix estrenará en breve– es RyB, una actualización de la historia de Ruth y Booz narrada en el Antiguo Testamento. 

Por su parte, Amazon Prime Video acaba de estrenar la primera temporada de la serie La casa de David, basada en la historia del rey David. La serie atrajo a 22 millones de espectadores en sus 17 primeros días, así que la plataforma ha firmado ya la segunda temporada. En este caso, su socia en el proyecto ha sido la productora Wonder Project, un estudio independiente que tiene como objetivo impulsar películas y series de calidad que sean inspiradoras. Detrás de Wonder Project están el cineasta Jon Erwin y Kelly Merryman Hoogstraten, una ex ejecutiva de Netflix y YouTube que tiene muy claro el tipo de cine que quiere como espectadora y productora. Merryman es madre de tres hijos y confiesa que le encantaría poder compartir más tiempo con ellos viendo películas y series: “La transición al streaming en los últimos 20 años nos ha llevado a ver nuestra propia pantalla con los auriculares puestos. Y ya no vemos la narración y la televisión como una actividad comunitaria. Y realmente quiero volver a eso, y mi familia lo necesita”. 

El público creyente puede perdonar la baja calidad del producto, pero, si se quiere llegar al resto de la audiencia, es necesario invertir en buenos recursos cinematográficos

Merryman también explica que, a menudo, Hollywood habla de la fe como un género, mientras que ella prefiere pensar en un público. “Cuando lo pensamos como público, vemos que estos espectadores buscan todo tipo de géneros que inculquen la fe y los valores, pero que cuenten historias amplias”. Es decir, no se trata de hacer películas catequéticas con un idéntico esquema, sino de crear dramas, comedias, romances o aventuras a partir de historias que puedan ser inspiradoras. The Chosen vuelve a ser un buen ejemplo: es una serie construida exactamente con los mismos elementos narrativos que cientos de series. Unos personajes, unos conflictos y unas tramas internas, externas y de relación (de crecimiento, de aventuras, de rivalidad o de amor). Esto es lo que emociona y funciona. Lo subrayan todos los manuales de guion. 

Desde dentro de la industria

Uno de los aspectos que resultan novedosos en este boom del cine cristiano es el alto nivel de producción. Y quizás este nivel es lo que esté marcando la diferencia. El creador de The Chosen, Dallas Jenkins, lo explica con claridad: “Los espectadores fieles de las historias bíblicas a menudo perdonan producciones más pobres, pero la alta calidad de producción permite llegar a un público más amplio”. Con otras palabras, al público convencido se puede llegar con menos presupuesto, pero si quieres evangelizar, si quieres acercar la figura de Jesucristo a millones de personas no creyentes –y este tipo de producciones tienen un indisimulado objetivo apostólico–, hay que invertir un poco más en vestuario, decorados, fotografía y banda sonora. John Erwin lo explica de otra manera, señalando que los creadores de este tipo de producciones necesitan libertad y recursos. 

En cualquier caso, lo que se percibe en quienes están liderando esta tendencia es que son profesionales del cine y que hablan el mismo idioma de la industria. Muchos de ellos se han lanzado a la aventura de producir después de dirigir películas, de actuar, de escribir decenas de guiones, de liderar divisiones de Sony, ser CEO en compañías de entretenimiento o dirigir estrategias digitales en Youtube. Ninguno es un aficionado ni un recién llegado.

Y la profesionalidad llama a la profesionalidad. El éxito de público y la calidad de los productos hace que otros artistas se involucren con más facilidad en este tipo de proyectos, compartan o no las creencias. Ha ocurrido en The Chosen con la colaboración de la fotógrafa Anne Leibovitz, que ha sido la encargada de retratar a los personajes de la serie y realizar el póster de la quinta temporada. Y ha ocurrido con King of the Kings, la película de animación de Angel Studios (la productora de The Chosen) que se estrenará el viernes 11 de abril en Estados Unidos. El espectacular reparto incluye, entre otros, las voces de Kenneth Branagh, Uma Thurman, Pierce Brosnan, Forest Whitaker, Ben Kingsley y Oscar Isaacs. Podría sorprender esta acumulación de estrellas tratándose de una película sobre la vida de Cristo y, por lo tanto, netamente religiosa. Sorprende menos cuando se sabe que el guion parte del texto que Charles Dickens escribió para sus hijos. Y no sorprende nada cuando uno ve el tráiler, percibe la calidad cinematográfica del proyecto e intuye el efecto que tendrá la película en la taquilla –especialmente entre el público joven– y en los premios, Oscar incluidos.

Hay futuro

Empezamos con The Chosen… y terminamos con The Chosen. Porque hablar del futuro próximo del cine religioso supone hablar de las dos temporadas anunciadas (la sexta abordará la Crucifixión y la séptima, la Resurrección) y de los proyectos que el propio Dallas Jenkins ha anunciado: una serie centrada en los Hechos de los Apóstoles, otra –de tres temporadas–, en Moisés y su paralelismo con Jesús, otra dedicada a José y otra de animación de 14 capítulos pensada para los más pequeños, Las Aventuras de The Chosen, que partió del episodio de la serie en la que Jesús se encontraba con un grupo de niños y que es uno de los capítulos más alabados por la crítica y el público. Además de una especie de “supervivientes” protagonizado por el elenco de The Chosen.  

Lo dicho… no es una religión, pero tampoco una serie. Es el catalizador de una tendencia de la que, seguro, seguiremos informando. 

También hablaremos, cuando se concreten sus fechas de estreno, de tres películas de tema bíblico que están rodando directores consagrados, y que con toda probabilidad tendrán gran repercusión. En primer lugar, La Pasión de Cristo: Resurrección, la secuela que Mel Gibson está preparando para dar continuidad a su anterior filme, y que, en sus propias palabras, quiere abordar la lucha entre el bien y el mal tras la muerte de Cristo. En segundo lugar, una vida de Jesús que hace unos años anunció Martin Scorsese (aún no hay nombre oficial, pero está basada en una novela titulada A Life of Jesus, del mismo autor japonés de quien adaptó su obra Silencio). El rodaje se ha retrasado, aunque el director ha reiterado su compromiso de terminar la película. También se está dilatando Way of the Wind, un proyecto de Terrence Malick que recrea algunos episodios de la vida de Jesús. Aunque está grabada desde 2019, parece que el director de El árbol de la vida se está demorando en la edición. Algunos periodistas de cine apuntan a finales de 2025 o comienzos de 2026 como fecha de su estreno.

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