Ontario rechaza el «matrimonio» de homosexuales

publicado
DURACIÓN LECTURA: 2min.

Toronto.- Por 68 votos contra 59, la legislatura de la provincia de Ontario (Canadá) rechazó el 9 de junio un proyecto de ley que pretendía equiparar a parejas homosexuales con parejas heterosexuales que viven en «concubinato legal» (o sea que reciben, después de tres años de vida en común, un tratamiento similar a los matrimonios).

Se puso fin así a un acalorado debate en esta provincia. Una parte del gobernante Partido Neodemócrata (socialdemócrata), más el lobby homosexual y varios medios de comunicación muy influyentes no pudieron convencer a la mayoría de los diez millones de habitantes. Éstos presionaron fuertemente para que los legisladores votaran en contra de la ley 167.

A fines de mayo el arzobispo de Toronto, Mons. Aloysius Ambrozic, y otros obispos de Ontario habían pedido en una carta pastoral que los católicos escribieran a sus diputados, oponiéndose al proyecto legislativo. Varios grupos protestantes también hicieron campaña en contra de la ley 167. Tanta fue la presión de la población en contra del proyecto de ley -especialmente, pero no sólo, en zonas rurales- que 12 parlamentarios neodemócratas votaron en contra de su propio gobierno.

¿Qué proponía este proyecto tan controvertido? Pretendía redefinir el concepto de familia en la legislación y la Declaración de Derechos provinciales, para incluir en él a una pareja del mismo sexo. Quería acordar iguales beneficios a parejas de homosexuales y lesbianas que a parejas normales: en materia de jubilaciones, herencia, alquiler de viviendas, etc. Quizás lo que más contribuyó a hundir el proyecto de ley fue la propuesta de permitir que parejas homosexuales adoptaran a niños.

El punto de vista de los partidarios de la ley 167 era que se trataba de una cuestión de derechos humanos: había que acabar con la discriminación, también en la legislación familiar, contra los homosexuales. Pero la respuesta, por parte de Mons. Ambrozic y otros, no se hizo esperar: no se discrimina en contra de los homosexuales en cuanto individuos cuando se afirma que la homosexualidad no es fuente de derechos, y que dos personas del mismo sexo no sólo no pueden procrear (lo cual es obvio) sino que tampoco pueden «casarse» y tener hijos adoptivos.

El gobierno neodemócrata probablemente va a perder las próximas elecciones: actualmente cuenta con el apoyo del 15% de los electores, según las encuestas. Los dos partidos de oposición han prometido que no volverán a proponer un proyecto de ley como éste. Constituiría, según varios observadores, un suicidio político.

Fernando Mignone

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.