Migraciones

Las reacciones de los gobiernos europeos a la crisis de los refugiados revelan dos maneras de ser Europa: la de quienes buscan una solución conjunta y la de quienes han decidido ir por libre.
En Canadá, la gestión del flujo de refugiados sirios cuenta con el apoyo de organizaciones, empresas y ciudadanos que desarrollan programas de acogida.
El choque cultural y las dificultades para encontrar trabajo en Europa han inducido a miles de iraquíes a volver a su país.
A pesar del discurso multiculturalista oficial, las aulas y el mercado laboral franceses reproducen una segregación étnica que perjudica especialmente a los chicos.
Un acuerdo entre entidades cristianas y el gobierno italiano facilitará la tramitación de visados en origen para un primer grupo de refugiados, y su posterior integración en suelo europeo.
Una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos condena a Grecia por no haber protegido debidamente a una inmigrante ilegal que fue forzada a prostituirse.
Los acosos sexuales en Nochevieja cambian la actitud de los alemanes hacia los refugiados.
Por primera vez en cincuenta años, disminuye el número de inmigrantes mexicanos en Estados Unidos.
Los descendientes de inmigrantes haitianos ilegales han perdido su ciudadanía dominicana, en un país que es, a su vez, gran emisor de emigrantes.
La mayor parte de la migración mundial se produce dentro de la misma región. Los que llegan al primer mundo tienen un nivel educativo superior a la media.
Ni las fronteras europeas se pueden “defender” de los refugiados a porrazos, ni se puede desconocer la intolerancia religiosa y antidemocrática que algunos traen en la maleta.
La atención pública se centra actualmente en los refugiados sirios o afganos que piden asilo en Europa. Pero el fenómeno migratorio es mucho más amplio y diverso. Y la principal causa del aumento de la inmigración es la reagrupación familiar.
La mayor parte de quienes huyen de la guerra y de las atrocidades del Estado Islámico no han buscado refugio en Europa, sino en los países vecinos de Siria.
La UE quiere un reparto equitativo de los refugiados entre los distintos países. Pero si se pregunta a los interesados solo tienen un objetivo: Alemania. ¿Qué esperan encontrar?
Bruselas propondrá a los Estados de la UE un nuevo plan de distribución de refugiados. Mientras llega el consenso, los ciudadanos adelantan iniciativas de acogida a los recién llegados.
60 universidades les ofrecen la posibilidad de realizar de forma gratuita las materias de libre disposición, o de asistir a cursos específicos para ellos.
Los socios de la UE responden con distinta generosidad a la emergencia humanitaria causada por el flujo de refugiados llegados a Italia y Grecia.
El deseo de frenar la inmigración ilegal está llevando a elevar nuevos muros entre países europeos.
La mala gestión de la oleada de refugiados sirios y africanos compromete el futuro de estos y ocasiona problemas en los países de tránsito y destino.

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