Migraciones

La población blanca no hispana sigue siendo la gran mayoría en EE.UU., aunque su porcentaje va disminuyendo.
Más que una ideología, la “gran sustitución” de la población blanca es un fenómeno demográfico, de proporciones no tan grandes como parece.
Una ONG marroquí sensibiliza a niños y jóvenes sobre los riesgos de la emigración ilegal, pero las fotos que les llegan a estos solo hablan del “éxito” de los que se fueron. Regresar no es una opción.
Un informe valora qué países son más atractivos para los trabajadores altamente cualificados, los estudiantes internacionales y los empresarios extranjeros.
Varios países desarrollados cuentan con mecanismos para conceder la residencia o la nacionalidad a cambio de inversiones. Pero no todo es ganancia.
Aunque la sensación es que los países ricos se cierran cada vez más a los inmigrantes, no todos estos trabajadores reciben un portazo en las narices.
Un informe de la FAO precisa que la aplicación de estrategias de crecimiento y bienestar no detiene los flujos de salida, al menos a corto plazo.
Una reformulación de las políticas migratorias en Occidente ayudaría a sus sociedades a obtener mayores beneficios y ahuyentar los populismos.
Ante la perspectiva de una pérdida de población por la baja natalidad, el país asiático, tan étnicamente homogéneo, comienza a ver a los inmigrantes como parte de la solución.
Un estudio de la Universidad de Harvard constata que la idea que muchos tienen del volumen de inmigrantes en sus países no casa con las cifras reales.
El problema ya no es la “explosión demográfica”, sino el déficit de nacimientos en distintas regiones del mundo.
Aunque la gran manifestación del 25 de abril en Berlín fue motivada por una agresión callejera, la mayoría de los recientes casos de antisemitismo se han dado en escuelas y están relacionados con el incremento de alumnos musulmanes.
Si saben el idioma, la principal desventaja de los alumnos de origen extranjero es el inferior nivel socioeconómico.
La Iglesia católica de EE.UU. reclama una solución justa al tema de los jóvenes inmigrantes indocumentados o “dreamers”, dice a Aceprensa el obispo de Lexington, John Stowe.
Los discursos populistas antiinmigración no resolverán un problema demográfico que depende de las parejas europeas.
Si se mantienen las tendencias demográficas actuales, la inmigración no podría compensar la reducción de la población nacional.
Un informe de la OCDE resume algunos de los obstáculos que persisten en la movilidad intergeneracional de los hijos de inmigrantes en la Unión Europea.
Un informe del Banco Mundial pronostica que 2017 cerrará con un incremento en el volumen de las remesas internacionales.
Si el Congreso no regula en seis meses la situación de los jóvenes indocumentados que llegaron siendo niños a EE.UU., las deportaciones pueden pasar a ser más que una amenaza.

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