El barrio de El Raval, en Barcelona, cuenta con una población de 45.600 habitantes repartidos en apenas un kilómetro cuadrado; de ellos, un 50% es de origen migrante, de más de 128 nacionalidades distintas. A primera vista, parece una situación altamente inflamable, que puede arder en cualquier momento.
Si no lo hace, es gracias a iniciativas como Braval, un proyecto de inclusión y convivencia social a través del deporte promovido por el Opus Dei que prioriza la inserción escolar y el éxito académico como ascensor social.
Braval, que cumple ahora sus bodas de plata, pivota sobre el deporte colectivo: 6 equipos de fútbol y 6 de baloncesto. Esta es la olla en la que se cuecen todos los ingredientes: los equipos son multiétnicos para evitar …
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Un comentario
Ahora que hay elecciones europeas… que bueno sería que los políticos abandonasen de una vez la idea multicultural y se adentrasen en lo intercultural. Las personas han de ser tratadas una a una.