¿Qué ocurre en nosotros cuando estamos ante una puesta de sol espectacular? ¿O qué experimentamos en la cumbre de una montaña contemplando el paisaje a nuestros pies? ¿O al observar a un bebé que da sus primeros pasos, al ver a un deportista que bate un récord mundial, al escuchar una pieza musical que nos pone la piel de gallina, al deslumbrarnos por una idea genial? Esto es el asombro, una emoción que puede ser la llave a una vida más plena… al alcance de nuestra mano.
En palabras de Michelle Shiota, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de Arizona, el asombro suele mirarse por encima del hombro como si fuera “el bolso Gucci de las emociones: está bien si te lo puedes permitir, pero no es algo realmente necesario”. D…
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