Tras el análisis en esta misma web de la experiencia Outbreak, centrada en los zombis, Zero Latency pone en marcha Space Marine VR –Defenders of Avarax, basado en Warhammer 40.000, un juego de guerra ambientado en un futuro distópico, donde se mezclan elementos de la ciencia ficción con fantasía heroica. Nuevamente recordamos que esto no es un videojuego de videoconsola u ordenador, sino una experiencia que se lleva a cabo en un local de la empresa.
Como ocurría en el anterior hay una breve explicación por parte del personal y un vídeo introductorio. En ambos se nos avisa de una novedad muy importante: esta vez hay dos dificultades: la fácil (recarga automática y sin fuego amigo, es decir, no podemos matar a los compañeros) y la difícil (recarga manual y con fuego amigo: debemos tener cuidado si no queremos matar a los demás si también están en este nivel). El resto permanece igual y el máximo de jugadores son ocho, divididos en dos equipos de cuatro.
Aquí se trata de eliminar a las criaturas sacadas de la saga, es decir, hordas de Tyranids (los aliens de Warhammer), intentando morir lo menos posible. Si bien el escenario físico es el mismo, esta vez el virtual es, sorprendentemente, mucho más pequeño, así que vamos a estar oyendo la alerta de proximidad a los compañeros todo el rato, lo que es extremadamente molesto.
También hay que destacar que se ha intentado mostrar un número gigantesco de enemigos, que es algo excelente, pero esa carga técnica y gráfica se demuestra demasiado grande para los equipos y hay ralentizaciones muy notables, incluso con algunos “cuelgues” y bloqueos. Claramente este juego necesita mucha mayor optimización.
La duración sigue siendo la misma, unos 30 minutos intensísimos que se pasan volando. Ayuda mucho a la inmersión que el narrador esté en español y además sea el mítico Alfonso Vallés, actor de doblaje de impresionante trayectoria y que dobló magistralmente a Solid Snake en Metal Gear Solid 1, por lo que los fans de los videojuegos disfrutarán aún más si cabe de una interpretación, una vocalización y una dicción perfectas.
Si bien esta adaptación de Warhammer 40.000 es muy divertida, necesita una urgente optimización para evitar los problemas técnicos antes mencionados y ser tan estable como Outbreak. Y, como pasaba con esta, por la temática y su expresión gráfica se recomienda a mayores de edad.