Para muchos, los clásicos retro de los 80 y 90 son poco menos que insuperables: Quake, Doom o Duke Nukem (sobre todo la versión 3D de este último) se hicieron un hueco en el corazón de millones de jugadores que hoy en día llegan a los 40 años, si no los superan. Tanta es su relevancia, que siempre llegan títulos que los homenajean de alguna u otra forma, y WRATH: Aeon of Ruin, de KillPixel Games y Slipgate Ironworks, se une a la lista, con bastantes aciertos pero unas cuantas cosas por pulir.
Como ocurría en los clásicos, el argumento es una simple excusa para enfrentarnos a centenares de enemigos: navegando por el Mar Eterno, somos “el forastero”, una persona que llega a las costas de un mundo visiblemente moribundo. Allí somos recibidos p…
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