Es realmente difícil encasillar este título desarrollado por Crenetic, ya que no tiene enemigos, jefes finales, puzles, disparos, mejoras de personaje, mapas amplios ni nada que se corresponda con la acción, aventuras, rol, conducción, simulación o cualquier género al que estemos acostumbrados. Quizás sea estrategia, porque hay que decidir el orden en el que actuaremos ante las emergencias, y ese orden cambiará ligeramente el resultado y la valoración de la misión. Por eso hay que reconocerle al estudio su originalidad.
“Asume el papel de la brigada de ataque del cuerpo de bomberos y ponte a prueba en una gran variedad de emocionantes desafíos. Ya sea en un incendio en el interior de un apartamento, en el de un coche en un túnel, en el rescate de personas de un ascensor o de peligrosos incendios en una empresa comercial, en un edificio de oficinas o en un aparcamiento subterráneo, el escuadrón de ataque debe recurrir a todas sus habilidades multitarea para mantenerse en cabeza”.
Esa es la sinopsis oficial facilitada por la distribuidora, y promete mucho. Nosotros somos un bombero que debe decidir cómo proceder siguiendo las escasas instrucciones que nos da el jefe en algunos momentos, pero casi todo depende de nuestro buen criterio y del sentido común. La realidad es que dicha brigada está compuesta por nosotros, pues nuestro jefe no va a mover un dedo por ayudarnos y no tenemos compañeros.
La campaña, cortísima, consta de apenas 10 misiones en las que debemos acudir a llamadas de socorro por situaciones antes descritas. Hay dos listas que cumplir: las misiones principales y las secundarias, pero todas están descritas como “????”, y nuestra labor es ir descubriéndolas según las vamos haciendo. Como decimos, algunas solo las sabremos porque nuestro jefe nos dé la pista, pero otras dependen de que las descubramos por nuestras acciones. Para todas ellas debemos acudir a nuestro camión y coger el equipo necesario, del que podemos cargar con hasta cuatro objetos pequeños a la vez.
Eso sí, hay que tener extremo cuidado con la barra de esfuerzo, ya que si se agota (y lo hace con poco que nos movamos) tendremos que parar a descansar, con la consecuente ruptura de ritmo. La verdad, sorprende que una persona experimentada y de supuestamente gran fuerza física como un bombero de élite se canse tan rápido y no pueda, por ejemplo, abrir una puerta si tiene en la mano unas tenazas.
Técnicamente provoca verdadero estupor el poco esfuerzo que ha puesto la desarrolladora, con gráficos, texturas y sonidos de hace 20 años: los escenarios son diminutos y paupérrimos, se repiten constantemente y están desaprovechados, al igual que el equipo material del camión (hay objetos que nunca usaremos), y los personajes son simples texturas que ni mueven la boca al hablar. Quizás por falta de medios o de ganas, pero es un trabajo que llama la atención y no para bien. Las desganadas voces están en inglés, pero al menos los subtítulos se han traducido al español.
Por todo ello es una apuesta distinta y original, que ayuda a empatizar con estos magníficos profesionales y con el riesgo que asumen, pero que hace aguas en su ejecución y en ningún momento transmite esa tensión que promete, ni hay competiciones para “mantenerse en cabeza”. No hay contenidos inadecuados, así que tal vez los más pequeños puedan disfrutarlo, ya que los mayores no verán desafíos que merezcan la pena salvo intentar descubrir y cumplir todas las misiones secundarias.