La conducción arcade y la simulación tienen líneas bien definidas: en el primero se puede tomar una curva cerrada a 200 km/h; en el segundo, es un auténtico suicidio si nuestra intención es permanecer en pista. Dirt Rally busca que nos sintamos realmente dentro de un coche de esta modalidad, lo que consigue con creces.
Gracias a sus 46 coches genialmente recreados, 6 rallies, 70 etapas, enormes opciones de personalización de los vehículos, gestión de los equipos, capacidad para multijugador (por desgracia, solo online) y hasta daños muy realistas, Dirt Rally puede presumir no solo de una atención al detalle casi enfermiza, sino además de una calidad abrumadora. Eso sí, hay que estar atentos ya que no hay piedad: cada error se paga con creces y el juego no ayuda en ningún momento.
Poco se puede achacar en el aspecto técnico, a excepción de una instalación eterna y unos tiempos de carga demasiado largos, pero por fortuna nada que arruine la experiencia de juego, excelente por su fluidez y su potente sonido (han grabado el de cada coche y las voces están en castellano).
Codemasters ha apostado muy fuerte por este juego y la jugada le ha salido redonda: no hay mejor simulador de rallies en este momento, totalmente recomendable para los fans de este tipo de carreras.