Dead Space 3

GÉNEROS JUEGOS

Tras dos exitosas entregas, la experiencia de enfrentarse a los horrores del espacio en soledad parecía haber tocado techo. Se habían probado ya todas las posibles mecánicas, así que solo quedaba un terreno por explorar: el juego cooperativo. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que indagar en los orígenes del conflicto?

Se descubre la clave para acabar con las criaturas necromorfas en Tau Volantis, un planeta olvidado desde hace siglos, y el héroe Isaac Clarke se ve arrastrado hasta allí junto con un grupo de especialistas para poner fin a la amenaza. La atmósfera helada del planeta, sus misterios y sus peligros pondrán a prueba la cohesión del grupo y el buen término de la misión. Por suerte, Isaac cuenta con el apoyo del soldado John Carver.

El guion cumple porque mantiene el interés con sus giros, revelaciones y nivel de documentación, pero sobre todo por el conflicto omnipresente entre los personajes. Esto es aún más patente entre los protagonistas, Isaac y Carver, que trabajan juntos forzados por las circunstancias aunque no compartan las mismas metas. Con todo, como motores de la historia se asemejan en carisma, lo que proporciona buenos momentos.

La experiencia online permite que dos jugadores cooperen de modo que uno de ellos controle al recién llegado Carver y se haga todo más llevadero. En esta modalidad, de la que se puede salir en cualquier momento y continuar en solitario, se puede reanimar al compañero e incluso compartir con él útiles. Además, al tener al coprotagonista al lado, surgen nuevos diálogos y situaciones interactivas. Pero lo mejor es que hay misiones opcionales exclusivas del soldado que muestran alucinaciones inéditas a quien lo controle, de modo que cada jugador tendrá una vivencia distinta.

Más allá del modo cooperativo, el énfasis del juego recae sobre la acción, aunque no por ello se deje de lado el terror, especialmente en las misiones secundarias. Por ello hay nuevos movimientos para cubrirse y rodar que permiten sobrevivir con más garantías.

La principal aportación es la fabricación de armas y objetos, que mejora viejos conceptos de la saga. Para empezar, ya no hay dinero: todo se monta a partir de piezas y recursos que se encuentran o incluso que se compran online (a cambio de dinero real u objetos del juego). Tampoco hay cargadores diferenciados: ahora son universales para cualquier arma. En los bancos de trabajo, los dos jugadores pueden mezclar al gusto el armamento clásico con diversos accesorios y potenciadores de modo que literalmente hay cientos de posibilidades.

No obstante, el sistema no está exento de defectos. De las anteriores entregas persiste la obligatoriedad de mantener los diseños o piezas de armas encontrados en el inventario hasta llegar al banco de trabajo, lo que obliga a organizarse el espacio. Tampoco ayudan, especialmente al principio, los menús de fabricación de armas: podían ser más claros y mostrar mejor las cualidades del arma para no tener que esperar a probarla. El mayor inconveniente es sin duda el pase online necesario para el modo cooperativo, que supone un gasto extra para quien adquiera el juego de segunda mano o se lo presten.

Asperezas al margen, esta entrega es la más espectacular y variada y alcanza las mayores cotas de calidad audiovisual de la saga. Su tecnología, doblaje, composición musical, diseño artístico y, especialmente, sonoro son una vez más de referencia en la industria y lo convierten en un imprescindible para los fans.

Un título reservado exclusivamente a mayores de edad con tolerancia al miedo y las situaciones crudas en la línea de Alien o La Cosa.

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