Charo, dramaturga, descubre el legado de su madre, Leila, una escritora fracasada, en unas cajas de cartón enterradas en lo más profundo del sótano familiar. Al abrirlas, encontrará diarios, cartas, fotografías y películas familiares… comenzando así un viaje al corazón de una mujer que nunca llegó a conocer del todo.
Una casa llena de gente cuenta la historia de Charo y de su madre, pero, sobre todo, describe la historia de su relación y sus vidas en común, enmarcada en libros y un maratón de citas (Perec, Walser, Musil, Vila-Matas, Sting…), y una casa, sus vecinos y su familia. Desde las rencillas con una abuela digna y abusona a las peculiares infidelidades de una esposa envuelta en la crisis de los 40, pasando por la presión del posible fracaso matrimonial, la vida en un ambiente donde todo se sabe y la educación de una hija precoz.
Nos encontramos ante una historia coral que alterna los testimonios de todos los personajes involucrados, dando forma a una crónica original y sentida, que avanza a través de los silencios, los equívocos, la diferencia de perspectivas. La novela combina una prosa natural con otra más poética y lapidaria, con lo que el libro se eleva en una metáfora literaria que es la casa, los libros y la familia.
Esta obra es un sentido y nostálgico homenaje a la madre, la literatura y a la vida, que explora las interacciones humanas a través de varios planos sociales, con sutileza y un estilo híbrido, entre natural e incisivo. Cada recuerdo aporta detalles de la fragilidad humana y pone de manifiesto la continuidad y consecuencias de nuestras decisiones, que nos constriñen con la presión de las heridas que podamos infligir y que quizá nunca cicatricen.
Licenciada en Letras y Literatura inglesa, Mariana Sández (Buenos Aires, 1973) es también autora de Algunas familias normales.