En 2018, Marcela Duque (Colombia, 1990) obtuvo el Premio Adonáis de Poesía por Bello es el riesgo. Se edita ahora el segundo poemario de la autora, en cuidada edición de los Cuadernos de Poesía Númenor y con prólogo del poeta sevillano Carmelo Guillén Acosta.
Marcela Duque es filósofa, y esto se nota en su obra literaria, en la que hay reflexión, admiración, búsqueda (“No soy yo el cazador / sino la presa / de la que se alimenta lo asombroso”), sin que falte la emoción. Hay ecos de grandes pensadores y escritores (“Para guardar el fuego / nos entregamos a los libros como leña. / Leemos por seguir la tradición / de conquistar la muerte”); concretamente, Un enigma ante tus ojos, como apunta Guillén en el prólogo con bastante detalle, recuerda a las Confesiones de san Agustín.
El libro, que arranca con el significativo poema La tradición, tiene dos partes: “Un enigma ante mí mismo”, en que el tono es indagador sobre las grandes cuestiones y la búsqueda de sentido, del amor, de Dios (“El fuego, las estrellas, los corales / están en su lugar, te han encontrado, / pero sin corazón, no saben de inquietud: / no te conocen”); y “Un enigma ante tus ojos”, que le da el título, en que esa apertura a la verdad, al bien, a la belleza se encuentra en instantes cotidianos, en la naturaleza, en los demás (“No hay abundancia sino en tu compañía. / Es lo único que sé y eso me basta”). Un canto sereno, de reflexión y contemplación, con imágenes relacionadas con la luz, la sed, el agua, el aire, el vuelo; y con un ritmo logrado con recursos variados (verso libre, endecasílabos frecuentes, la sustantivación más abundante que la adjetivación, los encabalgamientos, etc.). Un poemario original enraizado en la perenne tradición cultural y filosófica.
