La autora, periodista y crítica de arte, habla en este libro de los pintores de la Edad de Oro holandesa, con especial atención a Carel Fabritius (Midden-Beemster, 1622-Delft, 1654). También recuerda con emoción a su padre, James Cumming, un conocido pintor escocés y profesor en la Escuela de Arte de Edimburgo, que falleció relativamente joven y que la introdujo en el arte neerlandés: el primer viaje familiar que hizo, siendo una niña, fue a los Países Bajos. El título alude a la gigantesca explosión que ocurrió en 1654, en un polvorín de Delft, una ciudad entonces de unos 25.000 habitantes, en la que murieron centenares de personas y también el joven Fabritius, con 32 años.
El libro ofrece los datos que se conocen del pintor, considerado e…
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