Julián Marías, primero por necesidad, después por oficio, ha sido siempre un escritor prolífico. Es colaborador desde hace muchos años de La Nación de Buenos Aires, y del ABC de Madrid y conferenciante habitual en los foros madrileños y, ocasionalmente, también en los argentinos y en los de otros países. Como fruto de esta labor, ha editado regularmente, en los últimos años, una colección de ensayos ligeros, sin aparato crítico, gratos de leer y con una intención panorámica. El último y, sin duda, más interesante, ha sido La perspectiva cristiana.
Este ensayo que publica ahora recopila artículos de opinión y colaboraciones breves, y los divide en tres secciones: “El sentido de la verdad, la concordia y la convivencia”; “La verdad como fundamento de la concordia”, y “El logro de la convivencia”. Como siempre, son reflexiones agradables y sensatas, con algunos chispazos de ingenio y referencias a la obra ya publicada. La editorial debería habernos advertido, en alguna parte, de lo que se trata y haber elegido, quizá, un título más modesto. De otra manera, todo –título, autor, editorial y afición– se desgasta un poco.