El poeta checo Jaroslav Seifert (1901-1986), Premio Nobel de Literatura en 1984, recogió en Toda la belleza del mundo multitud de recuerdos y anécdotas relacionadas con el variadísimo círculo artístico de Bohemia, del que Seifert fue uno de los animadores en la Praga de los años veinte. También se detiene Seifert en sucesos personales, siempre singulares y algunos verdaderamente extraordinarios. La naturalidad de la prosa transmite un ambiente de gran proximidad y confianza. Pero Jaroslav Seifert era poeta y, entre la frescura y amenidad que acompaña a los recuerdos, se alza un adiós a la vida lleno de la nostalgia de una juventud y un pasado feliz irrecuperables, como una larga elegía.
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