Es difícil catalogar este último ensayo de Mauricio Wiesenthal. De hecho, cabría incluso dudar de que fuera realmente un ensayo, pues este Zweig redivivo incursiona en la autobiografía, el libro de viajes, la literatura costumbrista, y también la novela. Hay máscaras y juegos, dobles sentidos e imaginación, referencias cultas y más populares, una obsesión enfermiza por el mar y por todo lo que huele a salitre o tiene forma de ola. Y pasión infatigable por la vida.
Lo que narra Wiesenthal son sus recuerdos –infinitos, como una interminable historia de amor– a bordo de transatlánticos, el discurrir de la vida en la terraza frente al mar, sus majestuosas cenas en buques fantasiosos, las zozobras y ese universo de etiqueta y smoking, hoy ya aja…
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