Nueva entrega de la serie de novelas policiacas escritas por Lorenzo Silva (Madrid, 1966), en las que el autor ha ido contado las múltiples peripecias de la pareja protagonista, el subteniente Bevilacqua (“Vila”) y la brigada Chamorro, transcurridas en una España muy moderna, con sus luces y sus sombras. En todas ellas aparecen diferentes conflictos habituales en las crónicas de sucesos, como la corrupción política y urbanística, la explotación sexual, las bandas organizadas o el tráfico de drogas.
En Las fuerzas contrarias, como en el resto de las novelas de la serie, el interés radica, más que en los propios conflictos detectivescos –bien contados–, en la manera que tienen tanto Vila como Chamorro de plantear la resolución de los casos, que suele basarse en su intuición, experiencia y conocimiento de la condición humana.
El ambiente está muy conseguido y siempre remite a la inmediata realidad. En este caso, la acción transcurre poco tiempo después de la explosión de la pandemia del covid, con los españoles ya encerrados en sus casas durante semanas. En ese tiempo, como se vio en los medios de comunicación, salió lo mejor de muchas personas, pero también hubo otras que aprovecharon la circunstancia para cometer abusos y hasta crímenes.
Gracias a la intuición de un guardia civil de Illescas, localidad toledana cercana a Madrid, lo que a todas luces parecía una nueva muerte de una persona mayor sola en su domicilio como consecuencia del virus se transforma en un asesinato, que tiene además sus implicaciones económicas. Desde Illescas solicitan la ayuda de Vila y Chamorro para resolver el caso.
Como en el resto de las novelas, está muy bien descrito el proceso judicial que se abre y las investigaciones policiales que empiezan a llevarse a cabo, en las que se implican guardias civiles de Toledo y de Madrid. También hay que destacar la verosimilitud a la hora de describir el ambiente de la Guardia Civil, con sus procedimientos, su cadena de mandos y las relaciones personales entre el grupo y, de manera especial, entre Chamorro y Vila, a los que también golpea el covid de manera indirecta.
Lorenzo Silva controla todos los ingredientes. Escribe con mucha seguridad y aplomo. Se mueve en un mundo que ya conoce muy bien. Además, dosifica sus críticas políticas, sociales y hasta policiales. También maneja con acierto los habituales rasgos de sus protagonistas: la ironía intelectual de Vila, que puede llegar a ser corrosiva, y la sagacidad y el buen corazón de Chamorro.
Con esta nueva entrega, Lorenzo Silva ofrece un nuevo retrato de la España actual, que esquiva la visión ácida y sabe mostrar de manera amable los claroscuros de muchas situaciones.