la vida involuntaria

La vida involuntaria

EDITORIAL

TÍTULO ORIGINALLa vita involontaria

CIUDAD Y AÑO DE EDICIÓNSan Lorenzo de El Escorial, Madrid (2024)

Nº PÁGINAS160 págs.

PRECIO PAPEL19,50 €

GÉNERO

Entre la novela de aprendizaje y la psicológica, La vida involuntaria narra, en primera persona, los años de formación del joven Paolo Pintus, huérfano de madre desde su nacimiento y de padre tras una guerra indeterminada. Influido por su amigo Gabriele, Paolo abandona su ciudad natal, la imaginaria Oblenz, y marcha a estudiar filosofía a la universidad. De su sustento se ocupa su tío Ulderico, que le paga el alojamiento en casa de una anciana adinerada.

Insatisfecho con la vida y con los estudios, Paolo se obsesiona con una chica que lo abandona, bebe a solas y hace amistad con un par de alumnos, tan inteligentes y desorientados como él. El suicidio de uno de ellos ahonda en su sinsentido vital y le conduce a matricularse en otra carrera, Psicología, mientras se psicoanaliza con el profesor Schleibacher, el “sanador de almas”, y prepara su tesis sobre los problemas de un hombre con cuya esposa mantiene una relación.

Con La vida involuntaria, la italiana Brianna Carafa, ella misma psicoanalista, fue finalista del prestigioso premio Strega en 1975. Alabada por Italo Calvino, entre otros autores, no cabe duda de que es una novela muy meditada en su concepción y lírica en su ejecución. Su espíritu evoca Las tribulaciones del estudiante Törless, de Robert Musil, y, en general, otras Bildungsroman centroeuropeas, si bien su melancolía remite más a su compatriota Cesare Pavese, quien juzgaba la existencia “enferma y antipática”.

No obstante, Carafa incurre a veces en un intelectualismo un tanto opresivo, que reduce a sus personajes –fundamentalmente, a su protagonista– a la condición de símbolos. Símbolos de un malestar, de una angustia, de un vacío que, tras romper con el pasado, vislumbra lo precario de su futuro. De este modo, mediante una hábil estructura circular, el narrador asume que es inútil escapar y que la voluntad ajena determina o completa la propia.

Como novela de ideas, La vida involuntaria abunda en ellas. Paolo, a veces sensible, cáustico otras, reflexiona sobre la libertad, el sexo, el compromiso, la soledad, la insuficiencia de la teoría frente a la práctica (“entonces vi bastante claro que la filosofía me importaba un bledo”), el azar, la culpa, la felicidad y la locura, este último concepto a través de un hospital psiquiátrico, Los Tejados Rojos, principio y fin de sus introspecciones.

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