El recurso al manuscrito encontrado es viejo en la historia de la literatura; pensemos, por ejemplo, en el Quijote. A Mauricio Ballart, un autor de novelas para el público juvenil, su amigo Tomás Hidalgo, ingeniero, le entrega un texto sacado de un disquete de un viejo ordenador, encontrado por unos primos de Tomás en el desván de la casa de campo en la que viven, cuyo anterior dueño fue otro ingeniero ya fallecido. Se trata de una historia cuya narradora es una mujer, Leonor, pero sin ningún dato sobre la autoría ni acerca de su relación con el antiguo dueño de la casa. Ballart acepta la hipótesis de los primos de Tomás Hidalgo, y supone que el texto lo tuvo que escribir una mujer, a la que llamarán Laura.
Mauricio lee el texto de un tirón…
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