Quizá por intuición o quizá por necesidad, andamos en busca de libros que versen sobre desarrollo personal y autoayuda, como para encontrar una brújula que nos oriente hacia lo que todo ser humano busca: la felicidad. Pero ¿qué se entiende por este término? Gómez Pérez, con un bagaje fuera de dudas, presenta reflexiones al hilo de textos clásicos para ahondar en el fin de la existencia humana.
La ética tiene que ver con el bien y el mal, explica, y conlleva el uso de las potencias humanas. En este sentido, el interés del libro reside en mostrar la necesidad de una profundización antropológica para perfilar las dimensiones de la auténtica vida feliz, en las cuales se ha de buscar una armonía entre la razón, la libertad y las pasiones.
Gómez Pérez rebate muchas ideas sobre la felicidad extendidas acríticamente: no está hecha de sensaciones, ni es un estado estático, sino “un reto personal” que tiene más que ver con la satisfacción y la plenitud. La felicidad, sostiene, está relacionada con el amor, implica el ejercicio de virtudes como la humildad y el desarrollo de la dimensión contemplativa del ser humano.
Como en otros ensayos, también en este el autor recurre a fragmentos de obras clásicas. Y no solo filosóficas. Al ser un tema tan humano, tan universal, no es casual que la pregunta por la felicidad haya despertado el interés de novelistas y poetas. Basándose en lo que transmite la cultura, y lejos de los libros de autoayuda, Gómez Pérez llega a la conclusión de que la auténtica vida feliz está condicionada por la relación de la persona con Dios.
En definitiva, estamos ante una obra que destaca el brillo de la virtud y del bien, por lo que es muy recomendable para gente joven. Con un estilo didáctico y desenfadado, Gómez Pérez se presenta como alguien familiar para el lector, un amigo sabio que le brinda consejos imprescindibles. Un ensayo de fácil lectura, pero profundo y comprometido.