Desde que se le concedió el premio Nobel en 2023, han ido apareciendo traducciones al castellano de libros de Jon Fosse anteriores. Ahora le toca el turno a una recopilación de seis relatos cortos que, a quien tenga mucho interés en el autor, le gustará leerlos. En cambio, al menos en principio, no parecen la mejor introducción a sus obras últimas (Trilogía, Septología), por más que pongan de manifiesto la calidad de su prosa y su capacidad para poner al descubierto mundos interiores singulares.
El segundo de los relatos, “Escenas de una infancia” (1994), que da título a la recopilación, contiene varias escenas cortas de la infancia y adolescencia del autor, escritas en primera o tercera persona: son como piezas de un mosaico, o como flashes de momentos del pasado que duran en la imaginación. El tercero, “Fue así como empezó” (1987) presenta momentos de adolescencia en los que habla de su atracción por las chicas. En el primero, “Él” (1981), que publicó cuando era universitario, un narrador habla de un invitado singular que tiene en su casa, y el último, “Soñado en piedra” (2013), trata sobre un sueño extraño.
Tal vez sean los mejores los dos restantes, pues en ellos se ve la maestría de Fosse para introducir al lector dentro de unos personajes arrastrados por pensamientos obsesivos. “Y ya puede venir el perro” (1991) es un relato intenso que comienza cuando una vecina le dice al narrador y protagonista que un odioso vecino acaba de matar a su perro y él hace planes para matar al vecino sin que nadie lo vea. La siguiente historia, “El pelo de Line” (1992), se centra en la inquietud y confusión de un niño que habla de las rarezas de su padre, cuando intuye que puede separarse de su madre, y teme que lo haga por culpa suya.
