Tras el éxito obtenido con La camarera, la escritora canadiense Nita Prose (Ontario, 1972) retoma a la misma protagonista, Molly Gray, experta limpiadora del Regency Grand Hotel, quien se ha convertido en jefa del servicio. Su vida tranquila se trastoca cuando en el salón de té encuentran el cadáver de un famoso escritor de literatura de misterio llamado J.D. Grimtthorpe.
De nuevo interviene el detective Stark –ya conocido del libro anterior–, quien comienza a interrogar al numeroso público que reside en el hotel, pues todo apunta a que se trata de un asesinato. Las conversaciones con el personal y residentes del Regency no parecen aportar datos concluyentes y, a su vez, todos parecen sospechosos, incluida la camarera, y afloran indicios de que alguno podría beneficiarse con su muerte. Como la víctima es un personaje conocido, el suceso empaña de algún modo la excelente fama del hotel y se instala un ambiente incómodo.
Molly comienza a investigar por su cuenta, ya que su pasado familiar guarda alguna relación con Grimtthorpe, de quien no conserva muy buenos recuerdos. La camarera se lanza a la acción con la experiencia adquirida anteriormente. Todo sin perder un minuto, discretamente, sin dejar de trabajar y sin desvelar los pequeños hallazgos que hace.
La intriga está garantizada, pues Prose tiene la habilidad de construir una trama ágil y repleta de giros narrativos. De nuevo, el elemento más destacable de la novela es la personalidad de Molly Gray, la eficiente limpiadora del Regency.