Soy Nevenka
7/10Valoración

Soy Nevenka

PRODUCCIÓN España, 2024

DURACIÓN 110 min.

DIRECCIÓN

GÉNEROS,

PÚBLICOAdultos

contenidos

Ritmo : ⚪⚪⚫
Sexo: ⚪⚫⚫
Violencia: ⚪⚪⚫

ESTRENO27/09/2024

Hay que reconocerle a Icíar Bollaín su capacidad para generar debate social. Si hace tres años presentaba en San Sebastián la sobresaliente Maixabel, sobre la viuda del exgobernador civil de Guipúzcoa, Juan María Jáuregui, asesinado por ETA, esta vez ha estrenado –también en el marco del Festival– el biopic sobre Nevenka Fernández, una mujer que hizo historia en España al conseguir la primera condena por acoso sexual de un político. Como texto base, Bollaín utiliza la “crónica-novela” que Juan José Millás escribió sobre el suceso en 2004: Hay algo que no es como me dicen.

El caso se remonta al año 2000. Nevenka era un joven concejal de Ponferrada (León) y acusó al alcalde de la ciudad, Ismael Fernández, de acosarla cuando decidió romper una relación sentimental que había durado unos escasos meses. La justicia le dio la razón. Condenaron al alcalde a nueve meses de prisión, a una multa de 6.000 euros y a una indemnización de 12.000 euros para la víctima. Por su parte, Nevenka Fernández se marchó al extranjero para huir de la presión de los medios. La España de entonces no era la de ahora y, como se refleja en la película, la mayoría de la sociedad se posicionó a favor de un alcalde viudo y sumamente popular y contra una joven presuntamente trepa y ligera de cascos que, aunque luego echara el freno, había consentido en mantener una relación con un hombre de la edad de su padre.

Icíar Bollaín maneja con inteligencia y contención un suceso que tenía todos los elementos para convertirse en un artefacto político. Aunque los hechos son los que son y la sentencia tuvo –y sigue teniendo– un importante peso social y un mensaje que no se evita, la cineasta trata de evitar –y lo consigue casi siempre– el tono activista para tratar de explicar por qué pasó lo que pasó. El valor de Soy Nevenka es transparentar, a través del drama, cómo hay dinámicas de trato que se tornan rápidamente en abusivas y qué difícil es escapar de ellas si además se es joven, inexperta e ingenua. La película habla también de lo complejo que es desmarcarse del poder. Del miedo a salir del rebaño. De la honestidad que se requiere para que el poder no te corrompa. Y, en ese sentido, aunque la cinta se centre en el caso Nevenka, la crítica de Bollaín es mucho más extensa. Y quien pretenda ceñirla a un acontecimiento o a un grupo político se estaría equivocando, como la propia Bollaín manifestó en la rueda de prensa del Festival.

Desde el punto de vista cinematográfico, la película va de menos a más. La primera parte es algo plana y aporta poco a la crónica periodística o incluso a la serie de Netflix. En el segundo tramo hay más conflicto y un desarrollo más elaborado de los protagonistas –que resultan convincentes, especialmente Urko Olazabal en su complejo papel de acosador– y de los secundarios.

Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta

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