Queer es el título de una novela corta de William S. Burroughs. Escrita en los años 50, no se publicó hasta 1985. El protagonista es William Lee (alter ego de Burroughs), un gay adicto al sexo y a las drogas que pasa los días en Ciudad de México buscando amantes. Con uno de ellos, el joven y ambiguo Gene Allerton, establece una relación obsesiva y tóxica.
Ha manifestado Luca Guadagnino que llevaba más de veinte años queriendo rodar esta adaptación. Parte de la crítica ha alabado la supuesta transgresión y el atrevimiento del director y la magnífica interpretación de Daniel Craig. Disiento. Quizás la novela de Burroughs, y su descarnado tratamiento del sexo, fueran trasgresores en la América de los años 80. Hoy, en pleno –y triste– apogeo del porno, la insistente explicitud de la película simplemente cansa. En cuanto a la interpretación de Craig, aunque no niego la intensidad que trata de imprimir al personaje de Lee, es difícil dar entidad a un individuo que, desde el primer minuto y durante casi tres interminables horas se pasea dando tumbos persiguiendo cuerpos y sustancias psicodélicas. Imposible empatizar con el personaje. Ni con ninguna de sus parejas. Ni siquiera con la mayoría de secundarios.
Queer me ha parecido larga, tristona, inconexa, frívola y, sobre todo, aburrida. Muy aburrida.
Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta