7/10Valoración

Que la fiesta continúe

TÍTULO ORIGINAL Et la fête continue!

PRODUCCIÓN Francia - 2023

DURACIÓN 106 min.

DIRECCIÓN

GÉNEROS

PÚBLICOJóvenes-adultos

contenidos

Ritmo : ⚪⚫⚫
Amor: ⚪⚪⚪
Humor: ⚪⚫⚫

ESTRENO25/07/2024

Desde que triunfó internacionalmente en 1997 con Marius y Jeannette, el marsellés de origen armenio Robert Guédiguian se ha convertido en el más interesante de los cineastas del nuevo realismo social francés. Basta recordar películas como De todo corazón, La ciudad está tranquila, Lady Jane, Las nieves del Kilimanjaro, La casa junto al mar, Gloria Mundi… Ahora, ya con 70 años, Guédiguian confirma su solidez narrativa y su hondura dramática y moral en su largometraje número 23, Que la fiesta continúe, en el que intenta humanizar al máximo sus convicciones izquierdistas y proseguir su diálogo con el cristianismo, con la caridad como punto de encuentro.

En 2018 se derrumbaron en Marsella tres edificios. Murieron ocho personas y los supervivientes quedaron desamparados. Años después, la joven Alice prepara un acto-denuncia en recuerdo de esa catástrofe con el coro que dirige en una asociación de auxilio a los damnificados. Su futura suegra es Rosa, una enfermera al borde la jubilación, que se plantea presentarse a las elecciones municipales para intentar unir todos los votos más izquierdistas y antisistema y que, por otra parte, acaba de enamorarse

El guion de Guédiguian y Serge Valleti es un poco deslavazado, quizás por su carácter coral y porque saca a la palestra política el habitual intimismo de sus historias. En cualquier caso, el coloquio amable y racional predomina sobre la imposición ideológica, y un grato humor casi capriano suaviza una posible tendencia hacia el pesimismo. Además, se lucen de nuevo los actores habituales de Guédiguian, encabezados por su esposa Ariane Ascaride –que aquí rinde homenaje a la ex alcaldesa de Marsella, la ecologista Michèle Rubirola– y el íntimo amigo de ambos, Jean-Pierre Darroussin. Con su apabullante naturalidad, ellos y los demás logran que todos los personajes resulten muy cercanos, tanto en sus fragilidades como en sus capacidades para amar hasta el heroísmo.

Queda así otra bella historia cotidiana de solidaridad frente al materialismo individualista, con la familia como primer impulsor social y con valiosas reflexiones sobre la inmigración y la justicia social, la maternidad y la adopción, el sentido del trabajo y el legado moral a las nuevas generaciones.

Jerónimo José Martín
@Jerojose2002

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.