Ya jubilado, Gunnar Sønsteby recuerda a un grupo de jóvenes estudiantes sus años en la resistencia noruega. En esa memoria de una época de supervivencia, el prolífico guionista noruego Erlend Loe (Todo el mundo odia a Johan, Kamikaze, 22 de julio) crea una estructura narrativa con diferentes puntos de vista y saltos en el tiempo que dan dinamismo y dramatismo veraz a la historia.
Esta notable película tiene un reparto joven de actores, recién llegados al cine después de un tiempo de experiencia en las emergentes series noruegas. Cada uno de los personajes da un perfil diferente que aporta matices a una trama que combina la adrenalina de las operaciones de la resistencia con la pausa y la reflexión moral de los acontecimientos.
Tanto la música como la recreación histórica aprovechan un presupuesto ajustado para dar una sensación de veracidad a lo que se cuenta. Pero lo que finalmente acaba dando un valor diferente a la película es la evolución dramática de los personajes, que ofrece un prisma de una inteligente complejidad.