De padre italiano-estadounidense y madre brasileña, Rudy Mancuso ha triunfado en Vine y YouTube con sus sketches cómico-musicales, muchos protagonizados por títeres de su creación. Ahora debuta brillantemente en el largometraje con Música, originalísima recreación de su juventud en Newark (Nueva Jersey), con la participación de su propia madre Maria Mancuso –muy posesiva, de dramático pasado y obsesionada con casar a su hijo con una brasileña–, de su propia novia, la actriz en alza Camila Mendes –en el filme, inteligente dependienta en una pescadería, de la que Rudy se enamora– y de varios personajes entre la realidad y la ficción: una intensa novia wasp (blanca, anglosajona y protestante), un caótico amigo afroamericano que regenta un puesto de bocadillos, su propio títere Diego, que le aconseja a lo Pepito Grillo en modo perplejo… A todo ello se añade que el pasmado Rudy se atasca con su trabajo fin de grado y, sobre todo, padece/goza de sinestesia, de modo que transforma en ritmos musicales cualquier sonido y situación en la que esté, con los consiguientes despistes.
Mancuso se arriesga con una puesta en escena caótica y creativa, con singulares movimientos de cámara, recursos al realismo mágico, vistosas coreografías musicales, y hasta un largo plano secuencia con el que prepara un antológico sketch final en un restaurante –al más puro estilo de los hermanos Marx– y un bello epílogo de alta intensidad emocional. Porque Mancuso logra pasar de la comedia más alocada al melodrama más cortante –esos dolorosos recuerdos de infancia– sin perder nunca un ritmo agilísimo ni un tono elegante e inteligente, muy incisivo en sus críticas a la moral del triunfo a cualquier precio, al materialismo individualista, al racismo encubierto e ignorante, a la hipersexualización de las relaciones sentimentales, al machismo… Y, frente a ello, reivindica las virtudes básicas, la valentía de reconocer los propios errores y pedir perdón, el alto valor de la familia, la amistad, el noviazgo de tú a tú y el trabajo bien hecho, la importancia de mantener la capacidad de asombro y la ilusión por cumplir tus sueños, la belleza del buen mestizaje cultural…
Todo esto hace de Música una película mucho mejor de lo que parece, tanto en su brillante resolución visual y musical, como en la hondura de sus profundos planteamientos de fondo, que elevan muchos enteros su capacidad cómica y dramática.
