Sylvia no consigue superar el pasado y vivir en el presente, mientras que Saul no puede recordar y solo puede vivir en el momento actual. Con esta prometedora premisa, el guionista y director mexicano de origen francés Michel Franco (Nuevo Orden, Sundown, Después de Lucía) filma su película más equilibrada.
Jessica Chastain y Peter Sarsgaard (ganador de la Copa Volpi al mejor actor por este personaje en el último Festival de Venecia) componen con sensibilidad una pareja que saben entender el dolor psíquico del otro desde su propia experiencia.
Como suele ser habitual en el cine de Michel Franco, las explosiones dramáticas suelen ser impactantes e inesperadas. En este caso, cada uno de los personajes apenas logra verbalizar su quebrada intimidad durante gran parte del metraje, algo que en algunos tramos de la película puede resultar demasiado exigente para el espectador.
El cineasta mexicano no es todo lo sugerente que podría ser teniendo en cuenta el talento de los actores protagonistas y el conflicto dramático que propone. La propuesta argumental y su intento de reflejar la salud mental termina siendo algo apresurada e inferior a las expectativas y al de otros títulos que logran una mayor profundidad sobre este tema, como La memoria infinita, Los que se quedan y Un amor intranquilo.
Un comentario
No he tenido ocasión de ver las otras películas que se citan en la crítica, aunque confío en la valoración que son películas que abordan con mayor profundidad.
Con todo y pese a su dureza y la ambigüedad sobre de uno de los protagosnistas , esta película me gustó. Iba con pocas expectativas, habría elegido otra sino fuera porque tenía la entrada mensual gratis de la subscripción de Acontra+ que obviamente solo incluye sus películas en cartelera. Y quizás también contribuyó eso, expectativas grandes acaban en decepción, expectativas justitas en sorpresa de oye, pues al final estaba bien.
Interpretaciones muy buenas, visión oscura y lo que tiene de esperanzadora habría que cogerlo con pinzas, pero aunque sea como una muestra más de la huella del dolor y de las consecuencias en otros de las acciones, no me arrepiento de haberla ido a ver.