La llegada a España de los padres de Iñaki y Nico Williams es un comienzo “de película” que impulsa una grandísima historia. Una de tantas que componen el inesperado éxito de la selección española de fútbol en la última Eurocopa. Raúl de la Fuente (codirector del excelente documental de animación Un día más en la vida sobre Kapuściński en 2018), consiguió editar a toda velocidad este documental para poder presentarlo en el pasado Festival de Cine de San Sebastián. Evidentemente, el pase de la película con los dos jugadores del Athletic Club fue uno de los eventos más celebrados en la ciudad y en los medios de comunicación.
Sin ser un documental especialmente brillante en cuanto al estilo, la historia que cuenta tiene todos los componentes de una aventura inspiradora. El camino hacia el éxito de estos dos hermanos es un retrato conmovedor y especialmente necesario en la galaxia futbolística, donde no abundan itinerarios vitales tan fuertemente marcados por las carencias materiales y el respeto y el amor a la familia.
Iñaki y Nico son, más que dos estrellas del fútbol, dos hijos con la ilusión de ofrecer un futuro mejor a unos padres que lo han dado todo por ellos. Por eso, esta relación muestra un afecto tan sincero y profundo. Ni siquiera cuando los dos compitieron en selecciones distintas en el mundial de Qatar de 2022 (Ghana y España), o cuando, hace unos meses, Nico fue tentado por equipos multimillonarios para marcharse del Athletic. La unidad entre los hermanos en esos momentos fue una consecuencia lógica de una infancia enraizada en una familia de padres obligatoriamente ausentes.
En la edición hay demasiado “TikTok” y guiños de todo tipo al público adolescente, que limitan las enormes posibilidades dramáticas de una historia fascinante. Con un poco más de confianza en la hondura de los lazos familiares y en el talento del director y guionista, el documental sería mucho más sugerente. Aun así, es un acercamiento que esboza algunos aspectos esenciales sobre el deporte y la familia.
