La cinta comienza donde quedó hace siete años: Guy y Eep piensan dejar la tribu para formar un hogar propio. Grug no está dispuesto a que abandonen la manada. En estas llegan a un lugar paradisiaco donde viven los Masmejor (Betterman en el original), de la familia de Guy, más evolucionados, que resuelven los problemas a base de tecnología. A una buena acogida inicial siguen los problemas de convivencia.
Demasiados guionistas consiguen que una buena idea se convierta en una simple, colorida y alocada sucesión de gags: el choque cultural Croods-Masmejor, léase campo-ciudad o parodia neandertal-cromañón. Se suceden gags a un ritmo frenético, con una realización impecable. El director cree que más es mejor y no para, introduciendo todo tipo de temáticas sin ton ni son. Habría sido más eficaz centrar el tiro en la temática familiar porque los Croods tienen encanto de sobra.