Elisabeth Sparkle es una exestrella de Hollywood. Entrada en la cincuentena, su éxito se ha desvanecido por culpa de la edad. Por eso decide probar una extraña sustancia que promete devolverle la juventud.
En una sociedad que venera la imagen y la belleza física, el planteamiento de La sustancia resulta muy atractivo. Lo que presenta la película es la lucha, sin ningún tipo de cuartel ni límites, por alcanzar la fuente de la eterna juventud. O, con otras palabras, una relectura de El retrato de Dorian Gray protagonizada, además, por una actriz (Demi Moore) que en su propia vida ha experimentado la tensión por detener el tiempo. Una tensión en forma de quirófanos y dietas, como ha reconocido ella misma.
El problema es que la película, en lug…
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