Dan tiene una relación distante con su mujer y su hija, y un trabajo que detesta como peón en la construcción. Una mañana descubre un local donde ensaya un grupo amateur de teatro que está preparando una representación de Romeo y Julieta, de Shakespeare. A partir de esta coincidencia se construye una historia de personajes en reconstrucción con humor y ternura.
Los directores de la película son los norteamericanos Alex Thompson, y la también actriz Kelly O’Sullivan, que en esta ocasión firma el guion en solitario. La historia tiene bastante conexión con la reciente Las vidas de Sing Sing, que utilizaba el teatro como válvula de escape y curación para sobrevivir a la vida carcelaria.
Los protagonistas de Ghostlight también están encerrados en un pasado y una existencia con escasa comunicación. Keith Kupferer modula a la perfección con sus gestos contraídos a un personaje protagonista sensacional; una interpretación sorprendente en un actor veterano, pero hasta ahora con escasas apariciones como secundario. Algo similar sucede con el resto del reparto, que transmite una espontaneidad y medida muy meritorias en arcos dramáticos que destacan por su empatía e ironía.
La película subraya la juventud de los clásicos en una enésima relectura de Romeo y Julieta, en el que se insertan elementos novedosos en la representación como la edad “alternativa” de los actores con respecto a los personajes, o el uso de canciones emblemáticas como Stand by Me de Ben E. King. Todos estos elementos se combinan con un arco dramático muy completo y creíble de cada uno de los personajes que protagonizan un atractivo y sorprendente relato psicológico.
Un comentario
buena información. Gracias