Probablemente, la expedición de Ernest Shackleton es uno de los fracasos de mayor éxito que se puede recordar. En el año 2000, el documental norteamericano de George Butler parecía ser el definitivo. Sin embargo, la documentalista Elizabeth Chai Vasarheliy (Rescate en las profundidades, Free Solo) actualiza la épica del expedicionario irlandés con otro nuevo viaje a la Antártida para recuperar el Endurance, el barco al que engulló el hielo en 1915.
Como suele ser habitual en esta directora, la edición, el uso de la música y el detallismo con el que perfila a los protagonistas, hace que este documental resulte, por momentos, trepidante. Tanto en la evolución de las dos tramas paralelas como en el desarrollo de los personajes, el relato muestra la capacidad de liderazgo de Shackleton, su inquebrantable idealismo y su carismática capacidad de hacer equipo en condiciones infrahumanas.
De ese mismo espíritu aventurero se impregna la expedición de 2022, aunque es evidente que a este segundo relato le falta la emoción y épica del viaje original, al que acertadamente se da un metraje mayoritario en el documental.