Paula Persimon lleva años triunfando en la creación de sueños nocturnos, cuando un narcisista director amenaza su liderazgo. A partir de esta imaginativa premisa, Mike Jones (hasta ahora guionista de Pixar en Luca y Soul) amplía el universo de Inside Out en un año en que su secuela se ha convertido en el taquillazo del año, y también en la película de animación más rentable de la historia del cine.
La serie está compuesta por cuatro breves capítulos que pretenden que pequeños y mayores puedan conectar con esta trama metacinematográfica, sin necesidad de incluir los mensajes ideológicos que estaban alejando al gran público de la películas de Disney. Riley se tiene que enfrentar a su primer baile, y la inseguridad ante esta cita aparece directamente reflejada en sus sueños. Este conflicto tiene encanto y universalidad, a pesar de que el calado dramático está menos logrado que su eficacia cómica.
Sin embargo, esta serie ofrece a los preadolescentes algunos mensajes sutiles sobre la autoestima, la madurez y la amistad, y algunas pinceladas sugerentes para los adultos sobre el egocentrismo, el trabajo en equipo y la empatía. La serie, además, cuenta con un nivel de producción en la animación de primer nivel que hace que su visionado resulte muy atractivo para todo tipo de públicos.