Tras dirigir cuatro cortos muy premiados, la lucense Olga Osorio debutó en el largometraje en 2023 con ¡Salta!, un estimable filme familiar. Ahora se consolida como una nueva cineasta que seguir en El secreto del orfebre, versión fílmica de la popular novela corta de Elia Barceló. Relata las misteriosas idas y venidas en el tiempo –años 50, 70 y 90 del siglo pasado– que vive un prestigioso orfebre, Juan Pablo, cuando decide visitar su pueblo natal, Villasanta, antes de volar a Nueva York para realizar una exposición de su obra. De un modo muy singular, Juan Pablo revivirá el romance que mantuvo hace veinte años con Celia, una costurera que le doblaba en edad y a quien un antiguo desamor le rompió el corazón.
Más allá de sus cultas invocaciones al mito del eterno retorno nietzscheano, la trama de El secreto del orfebre no depara muchas sorpresas y resulta a veces confusa en sus constantes saltos temporales. Sin embargo, destila un romanticismo clásico, un costumbrismo amable y un feminismo ponderado, muy sugerentes en su indagación sobre el amor verdadero, el arrepentimiento y el perdón.
Además, la ambientación es notable, se agradecen los homenajes cinéfilos a clásicos como Encadenados o Tú y yo, y se integra con descaro un toque de realismo mágico a lo Frank Capra. Quizás por esa combinación de cualidades narrativas y dramáticas, los actores se muestran cómodos en sus personajes, y así Mario Casas encarna muy bien el patetismo y desconcierto de Juan Pablo adulto, Michelle Jenner deslumbra en su glamourosa y doliente caracterización de Celia de mayor, y los jóvenes Enzo Oliver y Zoe Bonafonte dan la talla en sus versiones juveniles, sobre todo ella, recientemente nominada por El 47 al Goya, a la Medalla CEC y al Gaudí a la mejor actriz revelación.
Jerónimo José Martín
@Jerojose2002
