La serie El problema de los 3 cuerpos se basa en la trilogía del autor chino Cixin Liu, la primera obra no escrita en inglés galardonada con el premio “Hugo” para la ciencia ficción. De la adaptación para Netflix se han ocupado David Benioff y D.B. Weiss, los creadores de Juego de Tronos. El éxito de la serie ha impulsado un resurgimiento en las ventas de la novela, que ha vuelto a ocupar primeros puestos en la lista de bestsellers de The New York Times.
La acción se desarrolla en dos líneas temporales: durante la Revolución Cultural China, concretamente en 1966, y en la actualidad. En la primera, una joven científica entra en contacto con una civilización extraterrestre, los “trisolares” –un sistema con tres soles; de ahí el nombre de los “tres cuerpos”–, que está en peligro de extinción. En el plano temporal actual, se desencadenan una serie de fenómenos paranormales en los que se ven inmersos un grupo de cinco amigos, en su mayoría científicos. El posible contacto con la civilización alienígena provoca una profunda división entre los humanos.
El enorme presupuesto de 180 millones de dólares se refleja en el diseño de producción y en los espectaculares efectos especiales, vinculados a un videojuego que desempeña un papel crucial en la serie. La trama es compleja y exige paciencia al espectador, a pesar de que la fundamentación pseudocientífica se expresa de manera bastante divulgativa.
El guion no se caracteriza por una definición muy matizada y creativa de los personajes, que adolecen de un diseño dramático convencional con poca profundidad. Se percibe un notable escepticismo respecto de la religión al presentar al Papa Gregorio XIII como un fanático enemigo de la ciencia, cuando en realidad promovió avances tan importantes, como el calendario “gregoriano”. En la serie aparece una nueva religión o secta, que adora no a Dios, sino a fuerzas superiores, centradas en la tecnología.
