Sophie, una cantante de jazz de treinta y tantos, recibe una llamada de su padre, Paul. Quiere verla con urgencia para enseñarle la foto de una mujer que ha encontrado en una página web estadounidense. La mujer se parece asombrosamente a su esposa, la madre de Sophie, recién fallecida.
Se intuye el deseo de la veterana directora alemana de continuar la línea emprendida en sus últimas y muy estimables películas sobre mujeres de gran valía como Arendt o Hildegarda de Bingen y conflictos muy interesantes sobre la identidad y la coherencia vital. Pero esta cinta se convierte en un galimatías aculebronado que se atasca pronto, evoluciona con dificultad y acaba como buenamente puede, después de giros melodramáticos confusos y mal dosificados.
El reparto es excelente pero los personajes no. Hasta la gran Barbara Sukowa parece perdida en su papel de cantante de ópera. La película es muy correcta y elegante, pero solo interesará a incondicionales de Von Trotta.