Lo más sorprendente de la nueva película del argentino Diego Lerman (El suplente) es que detrás hay una historia real. La de un periodista, José de Zer, que en los años ochenta convenció a millones de argentinos de que en un cerro de Córdoba habían aterrizado ovnis. No eran tiempos de posverdad sino de fe ciega en la televisión.
Con un notable Sbaraglia en la piel de un personaje bastante extraño, Lerman construye una película también extraña en la que no llegamos a saber qué hay de mentira y qué de autoengaño. La historia funciona a ratos, sobre todo en sus subrayados más cómicos, y chirría en otros, cuando Lerman carga la mano en lo ruin del personaje y de su ambiente profesional.
Es una película de minorías, pero puede resultar interesante a quienes se dedican a la noble –o innoble– tarea del periodismo.
Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta