Hace cinco años, el asesinato de una joven de 17 años conmocionó a la pequeña ciudad estadounidense de Little Kilton. El caso fue cerrado después de que su novio confesara el crimen y luego se quitara la vida. No obstante, Pip, una chica de la misma edad que tenía la víctima, no está convencida de la versión oficial.
Aunque la premisa de reabrir un caso cerrado no es particularmente innovadora, resulta original que quien se adentra en la investigación sea una adolescente. La serie está basada en la novela homónima de Holly Jackson, una exitosa autora que la publicó en 2019, cuando apenas tenía 27 años, y alcanzó el número uno en la lista de best-sellers del New York Times. El guion de la novel Poppy Cogan combina la estructura clásica de un thriller policíaco con el desarrollo del personaje de Pip. Este se centra en qué significa ser una “chica buena”, en alusión al título original (A Good Girl’s Guide To Murder). Para ello, explora las complejidades de las personas y las situaciones, un tema recurrente en la literatura juvenil. En este contexto, los elementos inverosímiles de la trama se ven atenuados por el hecho de que una adolescente puede acceder a información que, en muchos casos, estaría fuera del alcance de los adultos.
Emma Myers, quien se dio a conocer en la serie Miércoles de Tim Burton, aporta al personaje de Pip una equilibrada mezcla de seriedad en su investigación y frescura adolescente. Se logra así que la serie combine elementos tradicionales del género con un enfoque narrativo moderno, lo que recuerda en cierta medida a Por trece razones.
Por las alusiones visuales, parece que la serie Twin Peaks, con su atmósfera oscura y personajes enigmáticos, ha inspirado Asesinato para principiantes. La fusión entre el misterio policial y las cuestiones existenciales que enfrenta la protagonista hace que la serie resulte atractiva no solo para el público joven, sino también para una audiencia más amplia.
