Galicia es la comunidad autónoma española con más pueblos deshabitados. El viento y la lluvia que arrecian en las aldeas que dependen precariamente de la agricultura y la ganadería, hace que el éxodo a la ciudad sea el sueño de muchos de los protagonistas de la vida rural. As bestas cuenta la tensión creciente entre los que llegan a la aldea buscando huir de la tensión externa de la urbe, y los que quieren salir de allí a toda costa para romper con una vida de carencias y sacrificio.
Marina Foïs (Una íntima convicción, El taller de escritura) y Denis Ménochet (Custodia compartida, Gracias a Dios) interpretan a un matrimonio francés que llega a un pueblo mínimo en las montañas con la idea de hacer unos apartamentos para fomentar el turismo rural, algo que genera desconfianza y enemistad en los vecinos del pueblo. Rodrigo Sorogoyen (Stockholm, Antidisturbios) vuelve a centrarse en el drama íntimo de los personajes, mostrando simplemente la base del iceberg, al estilo de su última película, Madre, y del primer episodio de la serie Apagón (Negación). El cineasta madrileño, con su inseparable coguionista Isabel Peña, diseñan un guion en el que el ritmo de la locución, los acentos y las pausas en la conversación son esenciales para generar una atmósfera de violencia psicológica a punto de estallar, apuntalada por las tensas notas musicales de Olivier Arson, compositor habitual del director.
En el desarrollo de la trama es fundamental la interpretación de Luis Zahera, que ya había ganado un Goya por un personaje antagónico en El reino. Su personaje tiene una mirada perversa y una calma reflexiva que le permite liderar un grupo marcado por la amargura, el rencor y una naturaleza selvática que queda perfectamente visualizada en la metafórica escena inicial.
La película podría ser un retrato de la tenebrosa vida rural gallega, con sus habituales tintes maniqueos y estereotipados, pero el guion contrapone la crueldad y el resentimiento con la ternura y la fidelidad del matrimonio de forasteros. Ese afecto sincero ilumina la historia de manera necesaria, con un retrato femenino minimalista pero esencial y matizado. Además, cada personaje muestra una evolución diferente, con una psicología individual esbozada con talento y medida, que permite que la historia resulte atractiva por la variedad de puntos de vista.
As bestas ganó el Premio del Público a la mejor película europea en el pasado Festival de San Sebastián, y peleará por los Goya con otros dos filmes sobresalientes como Cinco lobitos y Alcarrás.