Alas blancas
7/10Valoración

Alas blancas

TÍTULO ORIGINAL White Bird

PRODUCCIÓN EE.UU., 2023

DURACIÓN 120 min.

DIRECCIÓN

GÉNEROS

PÚBLICOJóvenes

contenidos

Ritmo : ⚪⚪⚫
Amor: ⚪⚪⚪
Lenguaje Soez: ⚪⚫⚫
Violencia: ⚪⚫⚫

ESTRENO04/10/2024

Nacida en 1963, la escritora neoyorquina de padres colombianos Raquel Jaramillo Palacio ha vendido por todo el mundo millones de sus novelas juveniles, que firma como R.J. Palacio. La más famosa, La lección de August (2012), generó una saga de otras cuantas novelas y fue muy bien llevada al cine en 2017 por Stephen Chbosky, con Jacob Tremblay, Julia Roberts y Owen Wilson como protagonistas. Ahora es el cineasta suizo-alemán Marc Forster (Descubriendo Nunca Jamás, Cometas en el cielo) quien lleva a la gran pantalla la novela gráfica Pájaro blanco, escrita por Palacio en 2019 y también perteneciente al universo Wonder. El resultado es algo inferior, pero también valioso, y responde plenamente al ideal de la propia novelista: “En todos mis libros –señala Palacio, que es productora del filme–, mi tema es el poder e impacto de la bondad humana”.

Narra la historia Sara Blum (Helen Mirren), abuela de Julian Albans (Bryce Gheisar), tosco chaval que fue expulsado de su antiguo colegio por maltratar a Auggie Pullman. Para motivarle, la anciana le relata su odisea en el otoño de 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando era una adolescente (Ariella Glaser). A punto de huir de la Francia ocupada con sus padres –judíos como ella–, fue salvada in extremis de los nazis por Julien Beaumier (Orlando Schwerdt), un chico cojo, maltratado en clase y proyeccionista en el cine de la ciudad, que la escondió en su casa con la ayuda de un sacerdote católico (Stuart McQuarrie). En esas angustiosas circunstancias, Sara y Julien vivirán su primer amor refugiándose en un mágico mundo de fantasía, mientras los padres del chico (Gillian Anderson y Jo Stone-Fewings) lo arriesgan todo para mantenerlos a salvo.

Ciertamente, la trama es menos original que la de Wonder, sobre todo por la abundancia de relatos similares. Por otra parte, los villanos nazis son demasiado arquetípicos, y algún pasaje más de cuento de hadas –como la aparición de los lobos– quizás rompe demasiado el tono realista. Pero siempre son de agradecer relatos como éste sobre la banalidad del bien –más potente incluso que la banalidad del mal–, sobre la heroicidad de miles de cristianos que se jugaron la vida por salvar judíos del Holocausto y sobre el poder del amor en todas sus manifestaciones, también familiares. Especialmente si los narra Helen Mirren, si les pone banda sonora Thomas Newman, si están bien interpretados y si su director mantiene sin fracturas el ritmo, saca partido a los bellos escenarios checos donde ha rodado y se esmera en sus nostálgicos y poéticos homenajes cinéfilos.

Jerónimo José Martín
@Jerojose2002

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