Ciencia ficción

El octavo episodio de la saga lleva el aliento de la trilogía original, con una certera realización y unas interpretaciones que destacan la hondura de los personajes.
Denis Villeneuve ha conseguido una digna secuela de la obra maestra de 1982, con estilo y temas de fondo actuales, aunque sin alcanzar el nivel de la película original.
Una película de superhéroes de las buenas, que recurre con maestría a unas cuantas fórmulas acreditadas para inyectar novedad al protagonista.
La tercera entrega de la nueva saga es una fantasía distópica por encima de la media, brillante en el aspecto técnico y con apuntes interesantes sobre la grandeza y la miseria de la condición humana.
Un buen arranque en torno a los jóvenes bien preparados que no logran encontrar trabajo, se deshincha cuando la historia comienza a desarrollarse.
Sin sus poderes, por primera vez, Lobezno es verdaderamente vulnerable. Después de una vida de dolor y angustia, sin rumbo y perdido en el mundo donde los X-Men son leyenda, su mentor Charles Xavier lo convence de asumir una última misión: proteger a una joven que será la única esperanza para la raza mutante.
Con más de lo mismo, pero muy bien contado y visualmente espectacular, ha resultado una vibrante película de aventuras.
Naves extraterrestres llegan a la Tierra, y una científica debe averiguar si vienen en son de paz. Tres cuartos de obra maestra con un final que no está a la misma altura.
El tándem Marvel-Disney combina fantasía, humor y reflexión ética sobre el heroísmo en esta espectacular adaptación del cómic.
Netflix ha creado una nostálgica serie que resucita personajes y temas planteados por la ciencia ficción de los años ochenta.
Un guion sólido, espectaculares escenas de acción y hondura de personajes mantienen el alto nivel de la saga.
La tercera entrega de los X-Men en su versión “joven” es un film entretenido, sin más: la acumulación de superhéroes dándose de bofetadas siempre es resultona.
Entretenido e inquietante “thriller” psicológico, con abundantes sorpresas.
Buen cine juvenil de aventuras, tercera entrega de la saga, tras “Divergente” e “Insurgente”.
La saga recupera la épica de “La guerra de las galaxias” con una continuación muy fiel a la trilogía original.
El final de una saga notable, innecesariamente alargado, no pasa de correcto, aunque lo salvan los actores.
Buen cine de aventura espacial, con una historia amena e intensa de lucha por sobrevivir.
Buen cine de aventuras, que supera la primera entrega de la saga y muestra, además de acción, personajes atractivos y cuestiones éticas.
Esta entrega, que cuenta los orígenes de la guerra entre hombres y máquinas, ofrece acción y entretenimiento abundantes.

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