José Martín Aguado

Llevar a los hijos a terapia ante los primeros síntomas de problemas psicológicos no siempre es prudente, y puede reforzar la falta de confianza de los padres en sus propias capacidades.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.