Fernando Gil-Delgado

Simon Kinberg dirige un Ocean’s 8 en clave James Bond. Pasable, pero muy convencional.
Filme con el tono del cine clásico de aventuras, pero en el que la violencia, muy realista, es moderna.
Cinco años después del inesperado éxito de ¡Canta! Garth Jennings ofrece una excelente secuela, un “más de lo mismo” que supera al original.
Una gran secuela del clásico de 1984, protagonizada por chavales, realizada con el mejor espíritu de “Stranger Things”: homenaje nostálgico a los años ochenta.
Una fábula que deriva en cuento de terror; la historia es un pretexto que no debe tomarse en serio.
Una fábula bella y triste en torno a un episodio en la vida de Lady Di poco antes de romper con la familia real británica.
Jaume Balagueró, director de películas de terror, entra en el terreno clásico del “thriller” y realiza sin problemas ni pretensiones un entretenido y muy clásico “robo imposible”.
Correcta historia de la construcción de la famosa torre parisina, acompañada por una historia romántica que habría sido la razón profunda del proyecto.
La precuela de la mítica “Los Soprano” resulta una decepción: es una correcta película de “gangsters”, sin el encanto y humor de la serie.
Una versión original y diferente de un cómic de Marvel: más seria y compleja, y visualmente espectacular.
Ridley Scott firma un vasto fresco medieval, bien ambientado y magníficamente fotografiado, pero que no se libra del sesgo ideológico del director.
Alejandro Amenábar dirige una serie de aventuras de corte clásico, protagonizada por un Tintín español.
Clint Eastwood celebra sus cincuenta años como director con otro western crepuscular, en el que vuelca todas sus esencias.
Enésima versión del cuento clásico, esta vez en forma de comedia musical muy políticamente correcta.
Inteligente comedia francesa que refleja, sin concesiones ni buenismos, la sociedad multirracial y multicultural de hoy.
Deliciosa obra mínima, ganadora del Oso de plata en la última Berlinale, combina sencillez con profundidad y una pizca de humor.
Simpática secuela de la película de 2018: los autores compensan la falta de novedad complicando la historia y multiplicando los personajes.
Una expresiva historia sobre la pena y el acompañamiento a quien la sufre.
Buena y dura película sobre el rápido proceso de maduración de un niño de diez años provocado por la separación de sus padres y la guerra en Burundi.

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