Sir Paul Coleridge, magistrado del Tribunal Supremo de Inglaterra y Gales, está dando que hablar en el Reino Unido por recomendar a las parejas de hecho que se comprometan en serio antes de tener hijos. Su experiencia como juez de familia durante 40 años y las conclusiones de un estudio realizado por el think tank The Marriage Foundation, del cual es director, le llevan a defender que el matrimonio es más beneficioso para los hijos que las parejas de hecho.
Conocido en la prensa rosa británica por resolver pleitos de ricos y famosos, Coleridge es poco dado a frivolizar. A menudo recuerda que la mitad de los niños en Inglaterra y Gales ya no tienen a sus dos padres en casa cuando cumplen los 15 años. Y a quienes especulan sobre el coste de los divorcios entre famosos, les aclara que el impacto del divorcio debería medirse ante todo por el sufrimiento que causa a los adultos y niños implicados.
Las parejas sin un compromiso estable deberían pensárselo dos veces antes de formar una familia, dice el juez Coleridge
El año pasado, Coleridge tuvo bastante eco mediático cuando lanzó, junto con otros jueces de familia, un think tank que promueve el matrimonio como el patrón oro de las relaciones de pareja (cfr. Aceprensa, 3-05-2012).
Ahora ha vuelto a llamar la atención de los medios al presentar las conclusiones del último informe realizado por The Marriage Foundation. La principal es que, aunque las parejas que conviven sin casarse solo representan el 19% del conjunto de parejas británicas, en 2010 acapararon el 48% de las rupturas familiares.
Sin compromiso, no tengas hijos
Escarmentado por años de juicios y sentencias, Coleridge constata que en los pleitos de divorcio se habla mucho de derechos. Pero más que un derecho a tener hijos, explica al Telegraph, lo que tenemos son deberes y responsabilidades para criarlos del mejor modo posible.
Por eso, desaconseja formar una familia a aquellas parejas “que no estén seguras de tener una relación lo suficientemente estable como para afrontar la presión y el estrés que supone criar hijos”. En cambio, a las que sí tienen esa estabilidad y no están casadas les recomienda “añadir la protección del matrimonio”.
Sus declaraciones han causado polémica en un país donde el porcentaje de niños nacidos fuera del matrimonio es el 47,5%, casi el doble que hace 25 años. Pero el magistrado insiste en que a la sociedad británica le interesa que haya más matrimonios que parejas de hecho, pues estas son más frágiles. Así lo pone de manifiesto el informe de la Marriage Foundation, que por primera vez ofrece estimaciones sobre el porcentaje de rupturas familiares en el Reino Unido que corresponden a las parejas que no están casadas.
Aunque las parejas que conviven sin casarse solo representan el 19% del conjunto de parejas británicas, en 2010 acapararon casi la mitad de las rupturas familiares
A partir de la encuesta “Understanding Society”, realizada por la Universidad de Essex, Harry Benson, investigador de la Marriage Foundation, ha seguido durante dos años la trayectoria de más de 3.000 madres con hijos menores de 16 años. De las 2.715 que estaban casadas en 2010, dos años después se habían divorciado 73 (una media anual de un 1,3%). En ese mismo período, de las 670 madres que cohabitaban sin estar casadas, 107 terminaron casándose y 81 se rompieron (una media anual de 5,3%).
El estudio aplica esos porcentajes de rupturas al conjunto de parejas británicas con hijos menores de 16 años, contadas en 2010 por la Oficina Nacional de Estadísticas británica: 4,6 millones están casadas y 1,07 millones no. El resultado es que del total de rupturas que se produjeron ese año entre parejas con hijos menores de 16 años (116.800), el 52% corresponde a parejas casadas y el 48% a parejas que no lo están, pese a ser muchas menos.
En sintonía con las conclusiones de otros estudios que también revelan que la parejas de hecho son más inestables que los matrimonios, Benson cree que el sentido compartido del compromiso hace a las parejas casadas más resistentes que las parejas de hecho.