Una pareja de recién casados amuebla su salón. Las dos butacas que colocan delante del ventanal van a ser testigos de muchos momentos compartidos. Pasan los años. A pesar de que no han vivido las aventuras que soñaban de jóvenes, una certeza se plasma mientras el marido pasa las páginas del cuaderno de su mujer: la mejor aventura fue su matrimonio.
Es difícil no emocionarse con la historia de Carl y Ellie, contada magistralmente en los primeros minutos de Up. Esa historia, sencilla y, a la vez, “de película”, se repite en otros matrimonios de carne y hueso. Parejas “maratonianas” que ofrecen un contrapunto ante las cifras de fracasos que pueden llegar a nublar el ideal que muchos anhelan.
“¡Se está tan bien casados!”, exclama Piluca, que ll…
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